Esto no pretende ser un poema

En el corazón que ya no late, la lágrima que palpita. En la mano abierta o en el suspiro  invisible. En lo que no dije,  lo indecible de este dolor. En la imposibilidad de escribir el miedo. En la duda. En la posibilidad que algunos llaman destino. O en la noche, que bajó conmigo en la porfía de tu nombre.