Suplicio


El condenado, que no sabe actuar pero tiene bonito público, atestigua con su cuerpo en la primera función del teatro del castigo. El espectáculo suele ser frecuente en escenarios reducidos, pero los organizadores -que anticipan el principio de igualdad-, también lo hacen al aire libre, para que todos puedan apreciar la magnitud de los azotes.

Situs Inverso


Fue un milagro que no muriera, porque el disparo iba directo al corazón, que estaba a la derecha. Se entiende, por este caso, que la ventaja de tener Situs Inverso no radica en la condición espejada de los órganos, sino en que el asesino no lo sepa.

Vendo o permuto



 A la Sueñera

Vendo o permuto lámpara en desuso. Mujer genio o Genia, para abreviar con justicia, posee voluntad propia y va por el mundo cumpliendo deseos de innumerables afortunados, a quienes todos llaman lectores.

Desdudarse

Quitarse una duda, resolverla o bien afrontar las consecuencias de no haberlo hecho a tiempo. Esto último le ocurrió a uno de nuestros personajes (el héroe) que mientras se desdudaba acerca de la contienda recibió una sorpresiva visita (el adversario) que le asestó un anticipó de las últimas líneas del relato.

El gran percusionista


El percusionista ofreció un extraño concierto en el que no paró de toser toda la noche. Los espectadores menos comprensibles, se fueron a mitad del espectáculo y se quedaron sin la explicación de una novedosa técnica donde la percusión va por dentro.

Cadena invisible



I
Esclavo no sabe cómo es libertad. Amo obligado le dice: ahora vete, eres libre. Esclavo corre feliz, le gusta más ese nombre.


II
Esclavo corre feliz pero regresa. En las noches, extraña el peso de las cadenas.


Pincén

Indio lavado, mezclado como le decían, presintió que estaba ante una nueva forma de lucha y decidió entrar a la inmortalidad erguido; cacique principal posando, para su última foto.

Traducción


‘Estamos en paz’, dijo el cacique. ‘Queremos la guerra’, dicen que dijo Malinche seducida.

Perros o vampiros


Caninos, incisivos, dientes que da miedo tener o mejor dicho, que otros tengan y nos lo quieran comunicar siendo perros o vampiros.

Viaje súbito


Ascendimos no sé adónde. Estuvimos de acuerdo en que ascendíamos porque todo venía desde arriba; una marea de recuerdos. No hubo tiempo para el miedo. Fue muy corto el camino hacia esta luz quemante.

El lobizón también reclama

El hombre-lobo, algo ofuscado, solicita una rápida audiencia con su padrino, el Presidente de la Nación, que para su fortuna tiene buenos asesores y se compromete a recibirlo a la mañana siguiente.